Mi cuerpo habla

Mi cuerpo habla

Por Patricia Fernández Bieberach
Ilustraciones de Margarita Valdés

El propio cuerpo es un referente significativo en el desarrollo de una persona, que nos permite movernos y relacionarnos con el mundo como individuos únicos.

Nuestro cuerpo permite que nos vayamos conociendo y dando forma a la identidad: a un color de piel, a un género, a ciertas características físicas, etc. Asimismo, es el punto de referencia para comprender el espacio donde nos movemos.

El niño irá desarrollando una representación mental de su propio cuerpo y dándole un valor más positivo o negativo dependiendo, en gran parte, del reflejo o actitudes que le transmitan las personas con las que vive. De esta manera, un niño estimulado y querido irá construyendo una buena imagen de sí mismo, lo que no ocurrirá en el caso de aquel que sea apartado o castigado.

Conocer las partes del cuerpo, su funcionamiento y cómo éstas forman parte de un sistema articulado, es un desafío que el niño deberá ir superando en cada etapa del desarrollo.

Por lo que un acompañamiento nutritivo podría marcar la diferencia entre una autoestima positiva y una deficiente. Las buenas experiencias nos enseñan a aceptar y valorar nuestro cuerpo.

El primer gran desafío corporal será aprender a caminar solo, a lo que le seguirá otro mayor que es el control de los esfínteres.

El pipí es mío

La estimulación temprana unida al contacto afectivo entre el niño y el adulto, aparece como una llave maestra para ir superando los obstáculos que la vida en general plantea. Ya sea a través de la lectura precoz compartida, de la repetición de rimas simples o del canto de ciertas melodías, podrá ir conociendo las partes de su cuerpo, sus posibilidades y los mensajes que éste le envía. El hambre, la fiebre, las emociones, etc., se expresan a través del cuerpo y podremos ir escuchando cómo nos hablan y también cómo responderles.

El libro Mi cuerpo habla es una propuesta lúdica que pretende estimular el conocimiento básico del cuerpo y potenciar la relación afectiva con el adulto cercano.

 

Saco la lengua

 

 

Y para niños más grandes, el hermoso libro ilustrado de esta misma editorial: A flor de piel: pensando con el cuerpo, de Tere Puig y Laura Borràs, aparece como un complemento reflexivo y poético digno de compartir.


A flor de piel: pensando con el cuerpo


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